No le pongo límites a mis sueños-dice ,
mientras sube a un avión que nunca llegará a destino.
Es el límite de la ciencia,-dice ,
mientras en la sala de operaciones ha quedado mutilada la vida de un pequeño lleno de esperanzas.
Yo le pongo límites,-dice la mamá,
mientras guarda el resto de las golosinas luego de limpiar el vómito.
Vivo al límite, -dice,
y encuentran su cuerpo entre los hierros retorcidos del coche que se ha estrellado en el paredón de un cementerio.
Y me pregunto dónde está el límite entre la cordura y la locura si dejamos siempre un vacío,un hueco;
y seguimos limitando los sentimientos por no intentar siquiera limitar la conducta.